Piso – Barcelona – 350.000€

LUMINOSO PISO DE 70M2 SEMI-REFORMADO CON 2 HAB, 2 BAÑOS Y UNA TERRAZA DE 10M EN C/REGOMIR (EL GOTIC)

Se trata de un piso semi-reformado y listo para entrar a vivir ubicado a 2 min del Paseo Colon y Vía Laietana, perteneciente al barrio El Gotic.

Situada en una 2ª planta real de una finca modernista rehabilitada de 1857, actualmente están realizando las reparaciones pertinentes para pasar la ITE. Dispone de 70m2 construidos, de los cuales 65m2 son útiles, distribuidos en 2 dormitorios(1 Doble), un comedor junto a una amplia cocina, una galería que da a un patio de luces, un gran baño completo con plato de ducha, y un amplio salón con acceso a una terraza de unos 10m2, además la terraza dispone de una caseta de unos 5m2, también dispones de 2 terrazas comunitarias perfectamente accesibles y disfrutables.

El inmueble ha sido parcialmente reformado y se ha mantenido las características propias de la época, en la cual dispones de suelos de parket, cocina amueblada y equipada con todos los electrodomésticos, ventanas y puertas de madera muy bien conservadas, aire acondicionado y calefacción por radiadores.

Dispone de buena distribución y buena orientación en la que permite la entrada de luz natural durante la mañana y parte de la tarde.

Ideal comunicación, a 5min del metro Jaume I y ha 2min de Via Laietana, donde dispones de todo tipo de comercios, restaurantes de calidad, bares, supermercados, farmacias, peluquerías, colegios, universidades, parques infantiles, plazas de terrazas, zonas verdes, tiendas de ropa, etc.. y todo tipo de establecimientos.


(BARCELONA DE 1856) La relación entre la ciudad y los pueblos del llano era muy intensa. Del portal de Sant Antoni salía el camino hacia Sants y del portal del Àngel, el camino de Gràcia. El tráfico era tan intenso que se instalaron servicios regulares de coches de caballos. En 1824 se plantaron cuatro hileras de árboles en torno al viejo camino de Gràcia, que se convirtió en un paseo tanto para los barceloneses como para los gracienses. Más adelante se construyeron jardines con merenderos y locales al aire libre donde se hacía teatro, baile y conciertos y había atracciones; eran el Prado Catalán, los Camps Elisis y el Tívoli, entre otros.

Entre 1854 y 1856 se derribaron las murallas en un periodo breve de gobierno progresista, pero hasta 1858 no se permitió hacer un plan para ensanchar la ciudad.

Fue en 1859 cuando el Consistorio barcelonés convocó un concurso de proyectos urbanísticos, cuyo ganador fue el proyecto del arquitecto Rovira i Trias. Paralelamente, el Gobierno central encargó otro al ingeniero Ildefons Cerdà, que impuso este plan mediante un decreto que anulaba la decisión del Ayuntamiento de Barcelona.